3 nov 2016

Inglaterra.




Querido diario,
hace unos meses, en pleno verano y después de muchas idas y vueltas, por fin nos decidimos con Massi y compramos los pasajes para ir a visitar a mi amiga Laura y su familia que vive en Inglaterra. Era desde el 2009 que no nos veiamos. Con Laura tenemos mucho en común, entre algunas cosas el signo zodiacal, la adolescencia juntas, Italia como punto de referencia, los maridos en otro idioma, la distancia...pero además de eso, ella es de esas amigas de toda la vida con la cual podes estar meses sin hablar pero cuando te mensajeas es como si el tiempo no hubiese pasado y esta todo bien. Siempre. Pero en todo este tiempo nos pasaron tantas cosas a las dos, nos pasó una vida entera por encima. Y realmente 4 dias no fueron suficientes para ponernos al dia, porque cuando uno la pasa realmente bien, el tiempo vuela de manera cruel y egoista, pero igual disfrutamos mucho y fué super lindo volvernos a ver y compartir cenas, tés y gin & tonics juntas.

Sinceramente viajar a Inglaterra nunca estuvo en mis sueños, y la primera vez que viajamos el motivo principal fué verla y estar con ella, y si bien me gustó mucho todo lo que ví, todavía nunca llegué a sentir ese amor y esa admiración incondicional que demuestran algunas personas. Para mí Inglaterra empezó a ser interesante desde que descubrí que la mayoria de las cosas, peliculas, música, que más me interesaban eran de ahí! Es una cosa estúpida lo sé...
En este segundo viaje, además de adorar las charlas con Laura, disfrute mucho sin forzar nada, de todo lo que ví, sentí y vivi. Me llené los ojos con detalles, descubrí cosas que ignoraba y amé felizmente los 4, casi 5 dias que estuvimos ahí. Vuelvo a confirmar que las personas ancianas son una dulzura, y que la amabilidad, la cordialidad y el interés que demuestran por hablar con gente "de afuera", es una cosa que hasta ahora me sorprende muchisimo y me provoca ternura, casi hasta las lágrimas.
Me traje además el recuerdo más increible y feliz de la vida...conocí la casa de Bridget Jones!
Hoy puedo decir que sí, que me enamoré de Inglaterra y que ésto también se lo debo a Laura